La Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECam) informó que realiza las investigaciones para el esclarecer el homicidio del vaquero Edgar Morales Hernández del ejido Flor de Chiapas, quien en vida respondiera al nombre de Edgar Morales Hernández el cual estaba reportado como extraviado.
El pasado domingo 26 de junio del presente año, Edgar Morales Hernández, “se extravío” cuando a bordo de su motocicleta se dirigía a su domicilio ubicado en el ejido Flor de Chiapas, Candelaria.
Personal de la Agencia Estatal de Investigación adscrito a la Agencia del Ministerio Público de Candelaria dependiente de la Vicefiscalía General Regional en Escárcega, se abocó a las indagatorias correspondientes para dar con el paradero de Edgar Morales Hernández.
De acuerdo a los hechos asentados en el Acta Circunstanciada AC-11-2016-526, por el delito de homicidio calificado, el ahora finado trabajaba como vaquero en el rancho “El Relicario”, ubicado a tres kilómetros de la comunidad Tenancingo, Candelaria.
Trascendió que el domingo 26 de junio del año en curso, alrededor de las 16:00 horas, Edgar Morales en compañía del patrón, familiares y demás trabajadores del rancho ingerían bebidas embriagantes en dicha propiedad.
Sin embargo, alrededor de las 18:00 horas del día en cuestión al calor de las copas, uno de los trabajadores discutió con Morales Hernández, ya que este se negó a darle más cervezas.
Es así, que minutos después Edgar Morales Hernández, fue privado de la vida ocasionado por el disparo de una escopeta calibre .20, falleciendo instantáneamente. El cuerpo de la víctima fue sepultado en una cueva pequeña la cual fue cubierta con tierra y ramas, en las inmediaciones del rancho “Los Paisanos”, Candelaria.
El responsable del homicidio amenazó a los testigos presenciales para que no lo delataran, ni revelaran eL sitio donde ocultó el cadáver e incluso les impidió salir del rancho, sin embargo días después se dio a la fuga.
El lunes 11 de julio del año en curso, fue localizado el cadáver de Edgar Morales el cual fue exhumado y trasladado al panteón municipal de Candelaria, donde se le realizó la necropsia de ley la cual reveló que la causa de la muerte fue choque hipovolémico por perforación de órgano cardiaco y pulmón producido por proyectiles múltiples de arma de fuego, posteriormente fue entregado a sus familiares para su inhumación.
