Por Candelario Pérez Madero
El fuerte de San Miguel se ha convertido en un verdadero espacio recreativo y deportivo, familias enteras acuden a diario y en especial los fines de semana para visitar este sitio lleno de historia, además para disfrutar las instalaciones del parque que se ubica a un lado en donde comparten alimentos, respiran aire fresco y otros hacen ejercicio.
Los turistas nacionales y extranjeros que también visitan el Fuerte y admiran la espectacular vista del mar campechano y sus inigualables atardeceres con sus puestas de sol, además recorren a pie los caminos de los alrededores.
En este sitio que se encuentra rodeado de árboles, el turismo disfruta su estancia por que todo se encuentra en orden y limpio, sin embargo una mayor vigilancia sería buena para que las luminarias que algunas personas desconsideradas han dañado se reparen y sigan mejorando la imagen de ese espacio familiar donde se respira paz interior y se disfruta de un buen momento en familia. Los visitantes no deben llevarse una mala imagen del lugar.