APRENDIENDO A VIVIR
Por Aniceto Alfredo Rodríguez Vilchis
Pastor de la Congregación Cristiana Leche y Miel
TOLUCA, Estado de México; Julio de 2017.- Pasamos la vida hablando de amor sin poder distinguir o entender qué es el amor y cuales son los diferentes tipos de amor que manifestamos y que a su vez necesitamos.
Elementos del amor: Confianza, intimidad y compromiso, existen más pero sin estas características no es posible conseguir y conservar el amor.
Tipos de amor: Existen muchas clases de amor pero en esta ocasión sólo mencionaremos algunos y nos enfocaremos en especial al amor ágape. FILIO: Entre padres e hijos, hermanos, familiares y amigos. EROS: Amor de esposos, y ÁGAPE: Amor de Dios. Este amor es el más profundo, puro y perfecto que existe, pues es un don de Dios y es el más desinteresado. El amor de Dios es único, profundo y de entrega total e incondicional. Es el amor que nunca deja de ser. Sin este amor no se puede vivir en plenitud.
La principal manifestación del amor, es el deseo del bien, el amor fraternal o filial entre padres, hermanos y familiares nos enseña a compartir nuestros bienes y llevar una relación de convivencia sana y constructiva, aunque en muchos casos es egoísta y destructiva.
El amor fraternal nos prepara para vivir en sociedad y aceptar a los otros. En nuestra vida existen algunos acontecimientos que no son objeto de nuestra elección como: Elegir la situación familiar para nacer, no podemos elegir a nuestros padres y hermanos, y esto en diversas etapas de nuestra vida nos ocasiona problemas.
El amor fraternal es una relación en que se comparte nuestro origen con el que es igual a nosotros por tener la misma relación, aunque existe siempre una relación de autoridad o de superioridad lo que provoca envidia, comparación y egoísmo por eso dice en 1a. de Juan 4:20 “Si alguno dice: Yo amo a Dios, y aborrece a su hermano, es un mentiroso. Pues el que no ama a su hermano a quien ha visto, ¿cómo puede amar a Dios a quien no ha visto?” El Apóstol nos enseña a practicar el amor filio o fraternal como un medio para conocer a Dios y como una práctica para conocer el amor ágape o amor de Dios, pues no es posible amar lo que no se conoce.
Y si conocemos al hermano que es cercano y semejante a nosotros y no lo amamos, no podemos amar a Dios, si primero no tenemos amor fraternal, este amor no es sólo con los hermanos de sangre sino también a los de la fe, que son hermanos por tener al mismo Dios como Padre y por haber sido adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según por el puro afecto de su voluntad. Efesios 1:5 por eso estamos llamados para amar a toda la creación humana en amor fraternal.
El amor incondicional se encuentra única y completamente en una decisión, que es entregarlo sin considerarse uno mismo, pero la entrega no tiene ningún sentido si no se encuentra ligado a un propósito mayor, a una causa noble y buena para que tenga sentido, para ello, la única explicación es la compasión, y el reflejo claro de la compasión sólo se puede ver en el perdón.
El amor incondicional incluye darlo todo por una persona. No existe ninguna forma de definir y entender el amor incondicional sin usar la Biblia. La realidad es que el amor verdadero e incondicional nosotros como humanos no lo podemos alcanzar, pues estamos corrompidos por la maldad y el pecado, pero si lo podemos recibir pues solo Dios tiene esa clase de amor para nosotros, y lo demostró enviando y entregando a su Hijo Jesucristo a morir por nosotros.
Cuando uno sabe que necesita amor se debe acudir a Dios para tener una relación personal con Él, y podamos aprender a amarlo a Él y a nuestro prójimo de la misma manera.
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”. Romanos 5:8 La Biblia dice que: Dios es amor. 1a. Juan 4:8 “El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor”. Y su amor es muy diferente al amor humano. El amor de Dios es incondicional, no está basado en sentimientos o emociones. Nos ama porque Él es amor y nos creo para tener una relación de amor con Él.
Para entender lo que es el amor verdadero y tener la capacidad de amar a otros, debemos conocer primero a Dios, y esto solo se logra teniendo una relación íntima con Dios, poniendo nuestra fe en Jesucristo quien es el sacrificio del amor de Dios para nosotros. El amor verdadero está expresado en 1a. de Juan 4: 7-11 “Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros”.
Como demuestra Dios su amor: Existen muchas formas de como Dios demuestra su amor por mí, por usted y toda la humanidad. Su amor es soberano y lo demostró cuando libertó al pueblo de Israel de la esclavitud en Egipto, les hizo ver que los libertó porque el quiso hacerlo por amor y para cumplir el juramento que les había hecho. Deuteronomio 7:8 “Sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto”.
El gran amor de Dios: “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos)”, Efesios 2:4-5.
El amor de Dios es fiel: “Si fuéremos infieles, él permanece fiel; Él no puede negarse a sí mismo”. 2a. de Timoteo 2:13. Dios no renunciará jamás en amar a la humanidad, por más que el hombre se esconda no puede evitar o evadir el amor de Dios, él nos creó por amor. El amor de Dios es eterno, Jeremías 31:3 “Jehová se manifestó a mi hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia”.
Esta es la gran diferencia entre el amor de Dios y el amor del hombre, el amor de Dios nunca se acaba, el amor del hombre ante cualquier situación adversa cambia. El amor de Dios se manifiesta por medio de que fuimos adoptados como hijos suyos. 1a. de Juan 3:1-2 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a El porque le veremos tal como él es”. Juan 1:11-12 “A los suyos vino, y los suyos no lo recibieron. Mas a todos los que lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”;
El amor que Dios tiene por nosotros al darnos la salvación: Tito 3: 4-7 “Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor por los hombres, nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo, el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador, para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna”.
Muchos creen que hay que hacer grandes cosas para ser aceptados por Dios y ser salvos, pero tenemos la salvación y la vida eterna porque él nos ama y a él le plació salvarnos y nada más. También lo muestra en el perdón de nuestros pecados por medio de Jesucristo. 1a. de Juan 2:2 “Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo”.
Juan 15:9-12 “Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor. Si guardareis mis mandamientos permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado”. Sólo obedeciendo el mandamiento dado y escrito en la palabra de Dios permaneceremos en su amor, un hijo que no obedece a sus padres, no puede decir que los ama, un cristiano que no obedece a Dios no puede decir que lo ama. Si Dios nos ama, ¿Que debe hacer el hombre por ese amor? Reconocer que es pecador, arrepentirse y estar dispuesto a recibir el amor de Dios.
Si usted tiene necesidad de ser amado y quiere conocer el verdadero amor, decida iniciar una relación con Dios. Él esta dispuesto a darle el amor que necesita, y quiere enseñarle como amar a otros como el lo ama.
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