CANDILEJAS
CANDELARIO PEREZ MADERO
En reiteradas ocasiones, en diferentes escenarios, en todo momento, la frase es inevitable: “No me da tiempo ni para rascarme el tuch”. “Estoy contra el tiempo”. “Estoy haciendo tiempo”. “Aquí nomás matando el tiempo”. No tengo tiempo para nada. Lo ideal sería proporcionar otro reloj con más de 24 horas, pero imposible, mejor ofrecer una brújula para marcar la ruta, conocer el camino, organizar y planear lo que se va a realizar. No importa cuánto tiempo se invierta, lo relevante es alcanzar la meta, como sostiene Stephen Covey en su obra Primero lo Primero.
Frases sobre el tiempo hay muchas: El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar. Aprovecha el tiempo es energía y poder. El mejor maestro es el tiempo, sin necesidad que hagas preguntas, te da las mejores respuestas. El tiempo no te hará olvidar, te hará madurar y entender mejor las cosas. El tiempo es un juez tan sabio, que no sentencia de inmediato, pero al final da la razón a quien la tiene.
No tenemos por qué ser el primero, siempre sucede, deseamos ocupar la primera posición, escribir primero, dar la noticia primero, a veces la premura hace que se cometan excesos, decisiones no razonadas, todo por ganarle al tiempo y la meta pasa a segundo nivel.
Dice Covey: Un nuevo nivel de pensamiento vivimos en una sociedad moderna a la cual le agradan las técnicas que proporcionan atajos. No obstante no se llega a la calidad de vida tomando un atajo. No existen atajos pero si un camino, este se basa en principios respetados a lo largo de la historia, el mensaje que se deduce de esta sabiduría es que una vida con sentido no se fundamenta en la rapidez o la eficiencia, tiene más importancia lo que se hace y como se hace que la velocidad en realizarlo.
Efectivamente, no es tomando veredas, sendas como se puede mejorar la calidad de vida, de trabajo, sino es trazando un plan de trabajo organizado por la fuerza de los principios y valores, nuestro destino no depende del tiempo, sino de nuestros hábitos que nos dictan las reglas de nuestra existencia.
La brújula para conocer el verdadero norte que gobierna la calidad de vida está en los valores que gobiernan la vida como dice el poeta Quinto Horacio. No importa tanto el tiempo, lo urgente y lo importante marcan la diferencia.