Cuando leo las quejas de las mujeres en contra de otras mujeres «roba maridos» como las llaman, siento pena. Señoras entiendan «son sus parejas» los malandrines, hipócritas y malos, no las exonero, ni las justifico, pero si su compañero de vida fuera honesto e íntegro no anduviera detrás de cuanta falda tenga a su alcance.
No pelee por el, déjelo, estoy cien por ciento segura que por ahí habrá un hombre bueno que la ame como se merece. Que la mime y consienta, pero sobre todo que la respete.
No se denigre publicando las infidelidades, créame, es mejor estar sola, trabajar y disfrutar, sin esa carga que solo le amarga la vida.
Se que duele, decida y mándelo de vuelta a casa con mami. Destine un día para llorar y a darle vuelta a esa página. La vida es tan corta y tan hermosa que no hay que desperdiciarla. (Opinión de la Dirección general de La República Peninsular, la gráfica es solamente con fines ilustrativos)