OPINION
Por Lourdes Alonzo Parrao
A lo largo de mi trayectoria periodística, inicié en 1973, he visto mucha gente apasionada con la política. Opinan, escriben, se pelean, insultan, antes panfleteaban hoy trolean, en síntesis se desgarran las vestiduras por su gallo, gallina, partido o grupo político.
A ninguno de esos los vi o leí apasionarse por las cosas espirituales, a ninguno. Hoy casi todos ya fallecieron. Sus partidos, amigos, seguidores, cómplices, compinches, tan tranquilos como si nada.
Entiendan, todo aquí es pasajero, hasta esas aventurillas con las damitas casadas, o con el marido de fulanita, lo realmente valioso es alcanzar el galardón ahí arriba. Y créanme, ningún hacedor de pecados entrará. Es más, primero, todo les saldrá bien, aquí en la tierra, podrán tener sus momentos de fama y fortuna, pero luego vendrán dolores, sufrimientos y llantos. Y después el fuego eterno que si existe y la Biblia nos habla de ese lugar.
Pueden llamarme loca, fanática y todo lo que se les ocurra, pero cumplo con el deber de informar que aún vienen tiempos más malos.
Voten por quien les de la gana, el sufragio es libre y secreto y actualmente es muy difícil hacer fraude con tanta mirada internacional encima. Voten, pero no se peleen, no se insulten, no se odien, no atraigan maldiciones a sus vidas, que seguramente caerá encima de sus descendientes.
Pongan todo en manos de Dios, acuérdense de El, de su hijo, el Mesías, Redentor y Salvador, así cuando venga el día malo, usted no será tocado, mil y diez mil caerán a su diestra y usted solo lo verá.
Respeten la opinión de los demás, vean esto como una oportunidad de hacer más amigos en las redes, ya paren tanta ofensa y diatriba. Tomen o dejen este consejo. Muchas gracias por leer. (La gráfica es solamente ilustrativa)