La crítica cuando proviene de una investigación y contiene veracidad es respetable, pero cuando se maquina en una mesa de café o en reuniones secretas con el único fin de desestabilizar una administración ante la opinión pública, es deleznable.
Eso es lo que está ocurriendo en Campeche. Conforme se acercan los tiempos electorales meten presión para poder «negociar» posiciones para los nenes consentidos. No se han dado cuenta que ya se fueron y lo hicieron con las maletas bien llenas. Les gustó tanto el poder que quieren regresar.
Poco o nada importa el impulso que ahora se da a la educación, el gran apoyo a nuestros jóvenes mediante becas, computadoras, tabletas electrónicas, mejoramiento y equipamiento a infraestructura educativa. Solo por mencionar un rubro.
Están concentrados en difamar y en llamar texto servidores a quienes opinan distinto, quieren encender para luego de lograr el objetivo, apagar.
Estos ya tuvieron su oportunidad y no la aprovecharon, se aprovecharon. Son los piratas de este siglo, voraces y no tienen llenadera.
Primero Campeche y su gente y cada apoyo a un estudiante es una esperanza de un mejor futuro.